Ya , al
despuntar el alba de aquel 16 de Diciembre,
el
bullicio en la vieja Plaza Bolívar nos indicaba que
la
primera , de las nueve misas de aguinaldos,
ya
había concluido , el cura del pueblo acompañaba
a la
multitud hasta el altozano , el frio
penetraba
insistentemente
sin dar tregua , los grupos de
aguinaldos y parrandas se convertían en el
centro
de la
velada , Y las familias de aquel viejo Charallave compartían en tertulias pueblerinas
mientras se deleitaban con las arepitas dulces de Los Pacheco o de Los Cestari , el silbato de los cohetes se convertía en apenas unos segundos en
un esperado estruendo.. …...
Por su
parte, Eugenio infante demostraba su habilidad,
mientras
la muchedumbre pedía un deseo al ver
elevarse
a los cielos, los tradicionales globos…..
Ahí estaban los patinadores, los ciclistas
pitahayeros…
Había
un verdadero sabor a pueblo, lo sentíamos , lo vivíamos, Lo disfrutábamos …….
Luego, una larga caminata hasta La Silsa sin saber por
qué , pero allá íbamos todos, confundidos
en un solo pueblo , sin saber por qué ,….y al regreso, todos
a sus
quehaceres cotidianos a la espera de un
nuevo
amanecer y volver a compartir sanamente,
de otra
añorada Misa de Aguinaldos, que hoy recuerdo
con
nostalgia como parte de aquel Charallave de Antaño que nos dejó un recuerdo en
cada esquina.
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