sábado, 26 de junio de 2021

PILA DE AGUA "LOS TRES CHORROS" EN LA CALLE REAL DE CHARALLAVE

 








LA HISTORIA POCO CONTADA 

LA PILA DE AGUA

 “LOS TRES CHORROS “

POR . JUAN QUINTANA 

 

 

  Esta es parte de la historia más sencilla de nuestro pueblo , la cotidianidad de aquel hermoso pueblo de calles empolvadas , de aquel pueblo apacible con gente amable, de aquel Charallave de antaño con sus costumbres, tradiciones, personajes populares, anécdotas, leyendas,  y su  historia, una historia poco contada como la de "Los  Tres Chorros “, una pila de agua  con características muy parecidas a  las  que existieron en casi todos los pueblos de Venezuela…, “Los Tres Chorros”  fue una de las pocas pilas de agua que existieron en Charallave, a principios de 1900, estaba ubicada en plena Calle Real o Calle principal, justo al lado de lo que es hoy la Tasca La Locha,  pero solo imaginemos por un segundo, cuántas historias trajo consigo esta pila de agua de “Los Tres Chorros”, los hombres y mujeres con sus guindas a los hombros, para llevar el preciado líquido para sus casas, por cierto, que esa agua venía de la cristalina y para muchos “medicinal” Quebrada de Charallave…, cuentan que al  entonces presidente  de  la república, Cipriano Castro, quien sufría de una afección estomacal,  alguien le recomendó tomar el agua de la quebrada de Charallave, porque según algunos coterráneos, “dizque era medicinal”, pues el presidente Cipriano Castro en su desesperación por curarse, no dudó ni un momento en esa recomendación, a tal punto que comenzó a venir con mucha frecuencia a Charallave a consumir “el agua medicinal de la quebrada de Charallave”,  y según cuentan, se curó definitivamente del mal que padecía,  y en agradecimiento a este hecho, ordenó la construcción del acueducto de Charallave enviando en 1906, los tubos y demás implementos para la acometida correspondiente, pero no fue sino durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, que se logra culminar este acueducto bajo la dirección del Ingeniero Avelino Fuentes, el 24 de abril de 1911.

 

“Los Tres Chorros”   pasó de ser la pila de agua  más importante de Charallave, para convertirse en  un lugar de tertulia obligada,  ya que  mientras los pobladores esperaban que se llenaran de agua las latas de manteca o los cantaros galvanizados, para colocarlos en sus guindas,  más de un patiquín enamorado lanzaba su ramillete de piropos a las encantadoras y muy bellas mujeres charallavenses, o retumbaban con uno de esos  comentarios pueblerinos como este por ejemplo:  “fulana se fue con fulano”  o  “perencejo se fue a temperar a los Teques  y no se llevó a la familia”  o aquel más picantoso,  “¿ sabes quién salió embarazada?, pues figúrate, fulanita de tal, y tan mosquita muerta que se la daba”…,  y por supuesto, de ese ir y venir de nuestra gente a la pila de agua “Los Tres Chorros”, surgieron compromisos importantes con sus consecuentes matrimonios y por ende el aumento progresivo de nuestra población, la misma población que calmó su sed durante muchas décadas,  tomando el agua cristalina, y para muchos “curativa”,  de muchas de las pilas de agua que existieron en aquel viejo Charallave, como la que estaba ubicada en la cercanía del Templete, o aquella otra, justo en la entrada de Barrio Ajuro, o en la siempre recordada y muy pintoresca  Pila de Agua de “Los Tres Chorros, que sin duda alguna, pasó a formar parte de nuestra cotidianidad, pasó a formar parte de las vivencias diarias de  nuestra gente, de aquella gente que escribió  con su quehacer diario, nuestra sencilla historia, una historia que ha permanecido quizás en el letargo, “una historia poco contada”, de aquel Charallave de antaño.

 

 

 

  

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