“…y
serás tú, siempre tú, para siempre, insustituible, inimitable, serás la eterna
Reina
Tricentenaria”.
Por:
Juan Quintana.
La belleza en su máximo esplendor se había
apoderado de ti, desde siempre, desde tu llegada a este mundo, no había dudas,
cada centímetro de tu existencia era acariciado, de manera permanente, por esa
mezcla asombrosamente mágica de inteligencia, humildad, sencillez y encanto.
La noche de aquel sábado primero de agosto de
1981, el pueblo que te vio nacer, se agolparía en el estadio Ramón Pérez Arocha
para presenciar un espectáculo sin precedentes en nuestra historia, generando además,
gran expectativa por la pronta celebración de tres siglos de existencia, sí, los trescientos
años de la fundación de Charallave, y que alguien, tal vez, contaría o escribiría para el recuerdo, sobre
ese importante hecho que marcaba un trozo de nuestra realidad, allá arriba, en la Plaza Vieja, justo donde
comenzó nuestra historia…, y tú, con
apenas 18 años, junto a otras trece hermosas jóvenes de nuestro pueblo,
estarías ahí, formando parte de ese
protagonismo que la cotidianidad de los pueblos nos señala, muchas veces sin
esperarlo.
Un elegante traje blanco, confeccionado justo
a la medida de la sencillez de tu alma, fue
más que suficiente para mostrarle a todos la supremacía indiscutible de
tu atractivo…, la emoción era compartida también en la intimidad de la casa de
los Oloyola Guevara, sin duda hubo un alto en el camino, tal vez Enrique, ese día, había dejado a un lado la cuajada para el
queso de mano, Elena dedicaría toda su atención a los toques de rigor, para
resaltar, aún más, tu hermosa figura, y Fernando y Gonzalo, estarían a la
expectativa para resolver los detalles de última hora.
Esa
noche el estadio Ramón Pérez Arocha estaba abarrotado por la multitud, los
integrantes del Grupo Musical de San Juan de Los Morros afinaban sus
instrumentos para ofrecer, al final de la elección, una velada inolvidable bajo
aquel hermoso cielo charallavense, con un slogan que quedaría para la
eternidad: “El Llano le canta a Charallave en su Tricentenario”, pero además,
engalanando el espectáculo, contaríamos con la participación del grupo Un Solo
Pueblo y la actuación estelar de una de las figuras más importantes del canto
venezolano, el gran Simón Díaz…, el
jurado del certamen, deliberaba con el profesionalismo que le caracterizaba,
los actos protocolares, estaban encabezados por el entonces Presidente del
Concejo Municipal, Guido Bolívar, quien, celosamente y de manera impecable,
cuidaba uno a uno cada detalle para llevar a feliz término lo que sería, sin
duda alguna, la apertura a la gran Fiesta Tricentenaria.
Sobre una pequeña mesa, muy bien decorada, a un lado
del escenario, sobresalía, entre otros galardones, la Banda que rezaba
textualmente: “Reina Tricentenaria”, la cual sería impuesta a la ganadora del
certamen por Alberto Ramos, quien fungía de secretario de gobierno del estado Miranda…,
la voces claras e inconfundibles, y ambas con una dicción maravillosamente extraordinaria, de
Juvenal Clemente y Julio César Marcano, retumbaban en medio de
aquel silencio bañado de absoluto suspenso, y finalmente el anuncio, en la voz
de Pablo Castro, uno de los organizadores del evento, no se hizo esperar: ”Por decisión del jurado calificador, La Reina del
Tricentenario de Charallave, es la señorita Elenny Oloyola”..., lo demás ya es
historia, una historia de apenas solo cuatro décadas, una historia, que sin
temor a equivocarme, pasará a formar parte de esas “Historias poco Contadas” de
aquel Charallave de antaño que nos dejó un recuerdo en cada esquina.
Fuentes
Originales:
Guido
Bolívar
Gonzalo
Oloyola
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