“CIEN HISTORIAS Y UN POEMA”

POR: JUAN QUINTANA

 

Hoy traigo aquí a colación,

cien nombres que ya no  están,

que tal vez recordarán

de esta hermosa población.

Lugares, hombres y estampas,

solo cien les traigo ahora,

aunque son nombres de otrora

seguro ya me dirán:

¡No son todos lo que están!,

Pero, para empezar, ya es hora.

 

Rompiendo  con lo pautado

de la gramática actual,

en mayúscula casual

escribiré lo acordado.

Si me permiten entonces

la retahíla os leo,

iniciando sin rodeo,

donde vivieron  de veras,

“MOSQUITO” y “LA MANISERA”,

En “LA CALLE DE LOS FEOS”,

 

“LA POSADA DEL PLACER”

entra en la lista de cien,

al igual que “EL COMEJEN”

y “COMERCIAL ZULIBEL”.

la “FARMACIA EL PORVENIR”

“RASPUTIN” y “PELOTICA”

engrosan esta listica

en la que MAKEBA  ha estado,

Rafael y su “SELLADO”,

Con “LA BURBUJA” y “CUBITA”.

 

¡AJUMAME!, “PERRO DE HUNDO”,

“EL SASTRE E’ CURACIRIPA”,

“EVENCIO” con su gran pipa,

y “CONCHA E COCO” en su mundo.

“LA BOMBA E’ GAMELOTAL”,

“JUVENAL” y “la Pasión”,

“LA ESQUINA DE LA PIN PON”,

“UNICO FLUX” y “COLITO”

“EL VIEJO CHUCUTO” y “TITO”

y “LAS ROBLE” en su fogón.

 

El tiempo los va borrando,

y tal vez alguien  recuerda,

jugar “SALTANDO LA CUERDA”

o en “DICIEMBRE PATINANDO”.

“LA DIADEMA” y “PELOPIDAS”,

“LA MANGUERA” de los Guerra,

“TIJERA PAPEL O PIEDRA”,

“EL POZO DE LOS PEÑONES”,

“EL MARULETO” y “QUIÑONES”,

o el gran “CUCO” y “LA PERRA”

 

Son cincuenta ya descritos,

si mi memoria no falla,

sumando el bar “LA ATARRAYA”,

“LA VICKY AREPA” y “BENITO”.

“MACHURRIA”, “TULA” y “GERONIMO”,

La famosa “CUEVA DEL SAPO”,

“EPALE” y “PABLO EL BERRACO”,

“NOCHE JOVEN” también va

y “CHIVITA” más atrás

junto a “BIDU” y “MACANAPO”.

 

Muchos nombres ya olvidados,

la “LECHE  SILSA” y “SABANA”,

también  “EL LOCO  CABANA”,

y el famoso “EMBALAO”.

El Gran Pintor “CAMERITO”,

“LOS GALLOS DE LOS FUMERO”,

“ARCECA” y “EL MATADERO”,

“SANABRIA” cortando monte,

y “COMERCIAL TACORONTE”,

“CHUCHO TORRES” el pulpero.

 

Afloran a mi memoria

nombres ya del pasado,

“JUAN HERVES” y “PERFILADO”,

“JUAN CHIQUIN” y sus historias.

“BELO HORIZONTE” y “APOLO”

“EL CINE RENACIMIENTO”.

“MI JEFE” y sus rojos cuentos,

“CARLINO” y “LOS MENSAJEROS”,

“MICKEY MOUSE” tocando cueros

o “NELSON CORREA” y su invento.

 

El gran  “RAFAEL LAMONT”,

“LAS CORTINAS” y “CAYUYA”,

“NETA”, “FERMIN”, y  “TRIPUYA”,

y “GAITEROS DE LA ESTACIÓN”.

“RADIO ARMONÍA EN AM”,

emblemático yo diría,

al igual que “MELANIA”

y “ESPERANZA y SU JALEA”,

también “LA NEGRA CORREA”

que a parturientas veía.

 

“EL DEMÓCRATA”, “EL CANARIO”,

y “EL CAMPITO” colosal,

un recuerdo sinigual

sin duda extraordinario.

“EL COTOCHARA” y “EL CHANO”,

lugares muy pueblerinos,

al igual que “EL BAR TAURINO”

y “EL FRIO” en la propia entrada,

servían de gran coartada

para unas copas de vino.

 

La lista por esta vez,

al final está llegando

“FARFAN” y  “HERNAN” van gaiteando,

“MONO DE UVA” y “SALOME”,

“EL MATINÉ DE LAS TRES”, 

“LUIS MARAVILLA SERRANO”

“EULOGIO” y “MOISES” de la mano,

“PABLO CASTRO” y “NICOLAS”,

Con “LA SEXTA SOCIEDAD”

Y “Epoca” en un “mano a mano”.

 

 

Como ven solo van cien,

pueden revisar la lista,

es el papel de cronista

que todos debemos hacer.

Son cien nombres de este pueblo,

de esta Charallave amada,

que grita desesperada

para no perder su esencia,

que escriban para la audiencia:

“LA HISTORIA POCO CONTADA”.

 

LA HISTORIA POCO CONTADA "EL AMOLADOR" NARRACION: JUAN QUINTANA

 

“EL INCONFUNDIBLE

SONIDO DE UN PREGON”

POR: JUAN QUINTANA.

 

 …y al fin, a lo lejos, se escuchaba el sonido inconfundible de su espectacular chiflo de madera retumbando en el horizonte.

  Sin duda no era de estos lares, ni jamás se supo de donde venía, pero la gente lo esperaba  en  aquellas tardes calurosas de mi pueblo,  y lo veían recorrer sus calles, anunciando su llegada cual Rey triunfante a tierras desconocidas… no era otro que “El Amolador”…

  Sus labios comenzaban a deslizarse lentamente desde un extremo de su mágico instrumento, haciendo una breve pausa en medio de la melodía, para que esos mismos labios  regresaran rápidamente y dejaran escuchar, de manera muy agradable, ese inolvidable  sonido, hoy convertido en verdadera remembranza.

 

  Su nombre nunca se supo, solo recuerdo su pantalón muy ancho, su camisa curtida por el tiempo, un pañuelo fruncido y muy desteñido, que sacaba con mucha frecuencia para secar el sudor de su rostro, unos zapatos, tal vez tan pesados como su ordinaria herramienta para amolar,  la que guardaba y  protegía celosamente en una especie de mochila guindada a su espalda, haciendo dúo con un diminuto banquillo que serviría de asiento para realizar su faena.

  No hacía falta que su voz pregonara su oficio,  solo el aire de sus pulmones, lograba esparcir aquellas notas musicales, que hablaban por sí solas, anunciando la llegada del “Amolador”.

  Cuando la nieve del tiempo haya caído sobre tu cabellera, cuando tu piel se haya maltratado con el pasar de los años, tornándose menos tersa, cuando afloren en tí un sin fin de vivencias de tu niñez, entonces, podrás recordar  con mucha nostalgia, “el inconfundible sonido de un pregón”, aquella hermosa estampa del “Amolador”, de aquel viejo hombre, que con su agradable  melodía, escribía un pasaje inolvidable en un pueblo acogedor como el nuestro, en un Charallave añorado, en aquel Charallave de antaño que nos dejó un recuerdo en cada esquina.

“Ahogados en nuestras penas…” Por: Juan Quintana.

 

“Ahogados en nuestras penas…”

 

Por: Juan Quintana.

 

   Sin duda alguna, su alegría desborda  los límites de la imaginación,  siempre con una sonrisa a flor de piel brotando de su rostro quemado por el sol…, al solo escuchar el saludo de un paisano, no duda en colocar su mano izquierda rozando su fino oído, mientras que con la otra, en una especie de embudo, tapando su boca, esparce, cual fugaces ondas hertzianas, su inconfundible voz…,  soñando quizás, en su imaginario mundo, tal vez narrando, como el mejor narrador hípico, el Gran Derby de Kentucky, o un aguerrido juego  en el estadio Universitario de Caracas, sentado ahí, al lado de Delio Amado, quien no dudaría ni un  segundo, en  darle paso a Robin y que éste, con el profesionalismo que siempre ha soñado,  anunciaría el espectacular jonrón  en el cierre del noveno inning, que el “Cambaíto de Cua” diera, para dejar en el terreno a Los Navegantes del Magallanes…, es él, el mismo Robin que vemos a diario en las calles, confundiéndose entre la gente, hoy, también tristemente, con su rostro tapado, huyendo de algo que nos cambió la vida….es él, es Robin, anunciando el comercial de Tasca La Locha, o el de la Panadería Vicky Pan, o cantando “Nosotros Vivimos bajo e’ la matica”, acompañándose con su improvisado tambor…, es él, es Robin, con su manera tan extraordinaria y tan sabia, de ser feliz,  de vivir bajo el manto de la inocencia, de ocultar sus innumerables penas, de vivir con ellas y dominarlas,  disfrazándolas de risas, ocultándolas tal vez, tan solo con alguna tertulia callejera…, quizás, muchos de nosotros,  ahogados en nuestras propias penas, que seguramente son muchas menos que las de Robin, aún no hemos sabido aprender de esa sutil  inocencia, de la inocencia de un muchacho de pueblo, como los hay en cualquier otro pueblo de nuestro país…….

 

                                  !Bravo por tí Robín Echenique!

...y la pluma del escritor va marcando trazos de historia....Por: Juan Quintana

 

“Extraños casos….en Charallave” Por: Juan Quintana.

 

“Extraños casos….en Charallave”               

Por: Juan Quintana.

 

Hoy quiero recomendar

una lectura ligera,

que no es lectura cualquiera,

“un best seller a todo dar”.

Si no me creen pues vean,

de lo que trata Fernando

en su libro él va narrando,

que aunque tiene varios años,

unos “Tres casos extraños”

que se estaban cocinando.

 

El versátil escritor

explica bien con detalles,

“Tres hechos” que son de calle,

usando  chanza y humor.

Pero la lavativa es en serio,

y Ud. dirá solo al verlo:

¿ Ay Dios no puedo creerlo!,

¡Ave María Purísima!,

¡estoy asombradísima!,

no creo reconocerlo.

 

Si no está en las librerías,

es decir que se agotó,

Fernando me confesó

que unas caletas tenía.

No pierda Ud.  ese boche,

pues no les contaré antes,

los casos espeluznantes

ocurridos en estos lares,

con tipos muy populares

y muchos de ellos brillantes.

 

Mi respeto y admiración por quien, sin duda alguna, es el mejor escritor humorista de nuestro pueblo, pero además con una versatilidad increíble, para plasmar en cualquier estilo, relatos, cuentos, anécdotas, historias, obras de teatro y un sinfín de expresiones literarias.

 

 

 

“….como un simple juego de niños”. Por : Juan quintana.

 

 

“….como un simple juego de niños”.

Por : Juan quintana.

 

…solo imagino por unos segundos, a estos “tres grandes”, “a tres grandes” de los nuestros, a “tres glorias” que estamos obligados a mantener vivo su legado, los imagino, tal vez sentados en las gradas, o en los “files” del estadio, a la espera quizás del hervido que el “Loco Amílcar” solía preparar…

 

  Los tres estaban en su acostumbrada tertulia del mediodía, esperando a los niños para transmitirles lo que ellos muy bien sabían hacer…, y los “tres grandes” dilucidaban sobre el nombre del estadio que estaba en construcción.

 

 Lamont, sin duda, el más veterano de los tres, con la humildad y sencillez que lo caracterizaba, no dudó en sugerir que el nombre de ese estadio debía ser Diego Cruz o José Bolívar “Bolivita”.

 

 Diego y “Bolivita” no tardaron en replicar, y sin ningún tipo de recelos, dirigieron sus miradas hacia Rafael Lamont y casi al unísono dijeron: el nombre del estadio será Rafael Lamont.

 

  La discusión continuaba mientras el humo del improvisado fogón del “Loco Amílcar Farrera” se entremezclaba con el delicioso olor del hervido.

 

 Cada uno de los “tres grandes” seguía atribuyéndole a los otros dos, las virtudes y grandezas, y rechazando la posibilidad de ser él mismo quien  llevara el epónimo.

 

 No había dudas, los tres estaban en lo cierto, los méritos y virtudes sobraban en cada uno de estos “tres grandes”, pero la humildad de los tres se sobreponía a cualquier decisión que los favoreciera, sin ningún tipo de vanidad, y seguro estoy que no se trataba de ningún “cónclave”, tal vez solo les embargaba el temor de que por intereses políticos o de otra naturaleza, no se hiciera justo reconocimiento, y el epónimo fuera tergiversado.

 

 Pero como “un simple juego de niños”, el “Loco Diego” soltó una de las que siempre acostumbraba hacer, y dijo casi tartamudeando: “se acabó la vaina, el que muera primero de los tres, se le colocará su nombre”, y tal vez en silencio, y por supuesto con cierto temor de no ser el primero en morir, (algo de miedo libre, mezclado con instinto natural de sobrevivencia), aceptaron la propuesta, así en silencio.

 

 El lunes 9 de septiembre de 1985 falleció el primero de estos “tres grandes”, el estadio en construcción, llevó, con sobradas razones y méritos, el nombre de Diego Cruz, tal vez, lo que pudo ser solo “un simple juego de niños”, hoy vemos que fue un acto de pura justicia.

 

PD: El término “loco”, no es usado en este escrito en forma peyorativa, solo como gesto de cariño que la gente de mi pueblo aun suele usar.

 

Fuente original:

 

José Luis Bolívar Acevedo (Cheli).

Docente Lituania Farrera.

 

Lic. Javier López Morillo,  historiador y analista político.

"LOS INMIGRANTES"...Jorge Nalhous “Un legado para la historia” Por: Juan Quintana.

 

Jorge Nalhous

“Un legado para la historia”

Por: Juan Quintana.

 

Casi en el cincuenta y tres,

y disculpen lo impreciso,

llegó al pueblo que más quiso,

un humilde libanés.

Un hombre con gran carisma,

de excelente condición,

con su enorme maletón,

repleto de muchos sueños,

contagiando a lugareños,

“el libanés bonachón”.

 

¿Marchanta, que necesita?,

llévelo y páguelo fiao,

y si prefiere al contado

una rebaja se aplica,

por eso no se preocupe,

éste “Musiú” hoy remata,

bonita , buena y barata,

dígame pues qué le vendo,

pase Ud. y vaya viendo,

no importa que no haya plata.

 

El nombre del tal “Musiú”,

que a nuestra tierra llegó,

lo conocimos por Jorge,

y de apellido Nahlous.

Cambió nostalgias por sueños,

cambió el sabroso Kibbeh

y el shawarma libanés,

cambió su vida completa,

una casa por maleta,

y también cambió el Dabke.

 

Con esfuerzo y con trabajo,

y el tiempo como testigo,

tuvo esposa y tuvo hijos,

sorteando los altibajos.

Tuvo amigos a montón,

recorrió trechos a pie,

y aunque  llego a san José

con su oficio original,

Fue el Charallave jovial

que despertó su interés.

 

Quien no recuerda ahora,

aquel  negocio sencillo,

con vidrieras y estantillos,

y  mercancía de otrora.

Era el local preferido

para el hogar equipar,

sin fiador  presentar,

pues, la palabra bastaba,

y el “Musiú” la atiborraba

hasta con mesa e’ planchar.

 

 

Y que nombre más perfecto

para el que quiere triunfar,

en un pueblo sinigual

que le gusta lo correcto.

Pues no dudó ni un segundo,

en el nombre colocar,

después de seleccionar

en una corta listita,

Le colocó “Criollita”

y bastó para triunfar.

 

Sin duda alguna, el tiempo es inexorable, y en su justo momento actúa de acuerdo a los designios del Altísimo, forjando en nuestra naturaleza propia, una manera determinante de envejecer y morir, sin poder huir de ellas, pero quizás, lo más importante, es haber dejado un legado durante nuestro recorrido por estos caminos…, precisamente este fue el caso de Jorge, que al igual que  infinidad de inmigrantes, llegaron a nuestro pueblo  para dejar una importante huella,  un legado invalorable, y sin duda alguna, pasará a formar parte de nuestra historia cotidiana, de esa historia poco contada de aquel Charallave de antaño.