lunes, 30 de marzo de 2020

LOS CACHITOS 
DEL ARBOL DE JABILLO

NOSTALGIAS …EN TIEMPO DE CUARENTENA
POR : JUAN QUINTANA

  Ese día  , en víspera de las fiestas en honor a Santa Rosa de Lima , en medio del bullicio y alboroto de aquella tarde calurosa en la vieja manga de bambú y guatacaro , sus miradas se habían cruzado una y otra vez , el ensordecedor grito de “Cacho a la Manga” , la descripción perfecta de Gonzalo Rivas de lo que en esa tarde de toros  sucedía , el vendedor de pinchos y guarapita , los rojos capotes de los toreros  Asdrúbal , el Gallito Infante y Culo e´ Plátano  presentes en una gala perfecta   y la música pueblerina que no dejaba de sonar quizás pasarían a un segundo plano ya que su atención estaba precisamente en ese cruce de miradas , en una vaga y tal vez ilusión  pasajera , ahí estaban sus miradas ….. Las escasas tres horas de esa tarde de toros coleados se habían convertido quizás en varios días o semanas , la imaginación volaba en todos los sentidos , tal vez él  pensaría por  un momento convertirse en el mejor jinete y triunfador absoluto de esa tarde pueblerina y ella en una de esas damas que con pasión y entusiasmo había confeccionado un enorme lazo con  cinta  de seda y que acompañado de un beso  y un  abrazo colocaría en el pecho al ganador de la competencia …… Sus miradas seguían cruzándose  como muestra certera de que definitivamente cupido estaba allí , alertando y enviando señales inequívocas  , pero su pensamiento seguía volando , un presente quizás en su próximo encuentro sería de grato recibimiento  por aquella muchacha que lo había deslumbrado y lo había cautivado a primera vista ……… el camino de tierra ,  el cantar de las reinitas y azulejos , el olor a mango de hilacha y el imponente jabillo a orillas de la otrora y cristalina quebrada cercana al Campito despertaron su  ingenio y seguramente tomaría del piso uno de esos inagotables desechos  que caían sin cesar  del centenario jabillo y le daría forma con sus manos de artesano y eliminaría sus poros con una fina lija y le daría  un toque de mercurio cromo para decorarlo y le colocaría  Brasso como pulimento para darle brillo y finalmente grabaría la inicial de su nombre aunque aún no sabía cuál era .. …… La tarde, aunque lenta,  comenzaba a caer indicando el fin de una tradicional faena propia de nuestro pueblo o de cualquier otro pueblo del país... Por un momento las miradas dejaron de cruzarse, el aglomeramiento de la gente en su retorno no permitió  un encuentro más cercano, el cruce de miradas se había disipado,  pero abrigaba la esperanza de que tal vez la noche pudiera convertirse en un escenario perfecto para volver a verse  …….Ya sentado en la baranda de uno de los laterales de la Vieja Plaza del pueblo cual patiquín enamorado , viendo dar vueltas y vueltas con sus elegantes trajes a las hermosas muchachas del pueblo  pero al mismo tiempo  con  su mirada escudriñando  espacios cual tras la búsqueda de alguna estrella en el firmamento ….., la Banda del pueblo ya comenzaba su primer set con el pasodoble La Violetera ,mientras su mirada seguía buscando incansablemente entre la gente   casi que esquivando el saludo constante de sus amigos , la noche avanzaba de manera inexorable , su mirada continuaba incesantemente penetrando en cada rincón … los eternos guardianes de la Plaza Bolívar Felicia La Manisera , Luis el Cotufero y Salvador “Cámara” Pacheco apostados en sus esquinas cual héroes inolvidables de la Historia …….pero a pesar de su insistencia la tenue y amarillenta luz de la Plaza Bolívar ya no le permitía conectarse con cupido , al parecer  había sido solo un encuentro fugaz ,la noche, tan calurosa como el día, comenzaba a desvanecer su sueño  y   finalmente su mirada  se vio agotada y poco a poco fue disipándose en la noche  ….atrás quedo solo un recuerdo  , sin nombre , sin ni siquiera escuchar su voz , atrás quedo la Vieja Plaza , los músicos del pueblo , los lazos para el ganador de la tarde , la voz de Gonzalo anunciando el próximo turno , atrás quedo el “Cachito” sin esculpir  su inicial , atrás quedo la Historia cotidiana de alguien en algún pueblo , de alguien en cualquier pueblo de nuestro país , atrás quedo la Historia, esa misma  Historia que solo morirá de pie como los árboles , como aquel frondoso e imponente jabillo en las cercanías del Campito a orillas de la ya desaparecida quebrada cristalina de Charallave , de ese mismo pueblo como tantos otros pueblos de Venezuela con sus verdaderas raíces ….

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