lunes, 13 de enero de 2020

AL NIÑO JESUS NO LE ALCANZARON LOS CHURUPOS




LA HISTORIA POCO CONTADA 

 

“AL NIÑO JESUS NO LE ALCANZARON

 LOS CHURUPOS”

 

POR . JUAN QUINTANA 

 

 

  Esta es parte de la Historia más sencilla de nuestro pueblo , la cotidianidad de aquel hermoso pueblo de calles empolvadas , de aquel pueblo apacible con gente amable …, de aquel Charallave  con sus costumbres , tradiciones , personajes populares , anécdotas  , leyendas  y su  historia…, y en el “ Adobe Pueblo de Antaño “ , mantenemos aún vivo el recuerdo de esa hermosa historia , de la  historia   poco contada como la de:  “ AL NIÑO JESÚS NO LE ALCANZARON LOS CHURUPOS “.

 

Ya en los primeros días de Diciembre “Pacheco” se hacía sentir , el frio penetraba desde primeras horas de la tarde y se mantenía hasta las 9 o 10 de la mañana del día siguiente  , se percibía un ambiente totalmente distinto al resto de los meses , lo sentíamos , lo palpábamos claramente  y sé  que muchos aun lo recordamos así , claro , era Diciembre, el mes de la alegría , el mes de los regalos , el mes de los villancicos y aguinaldos , el mes de los estrenos , el mes de las misas de aguinaldos que comenzaban justo el 16 de diciembre y terminaban el 24 con la misa del Niño Dios , y además con el inconfundible sabor de las deliciosas arepitas dulces de la familia Pacheco, en el pueblo arriba ,o de  la familia Cestari, en el pueblo abajo …, era el mes de las patinatas por la calle la Estación ,  desde la empinada Plaza Vieja hasta la otrora panadería de Jesús María Guzmán …, y justo  en esos primeros días de Diciembre,  los preparativos para la fiesta de Noche Buena  ( quizás las más importante ), comenzaban a adelantarse , una larga e interminable lista de lo que se tenía que hacer durante todo ese mes , por ejemplo ,  comprar la Avestina y el Sapolin  para el retoque de la casa , tener a la mano un par de “tapones eléctricos” por si acaso a la taponera se le volara alguno, coger las goteras con petróleo derretido , encargar con tiempo las hojas para las hallacas  , el tocino , la carne de res , el cochino , el  pollo y todo el menjurje del delicioso e insuperable guiso , además macerar el ponsigué para acompañar la cena  , cortar las plantas  de cují o de limón y ponerlas a secar para elaborar el arbolito con su respectivo jabón en escama ( preferiblemente de la marca  “LUX” ) , comprar las bambalinas de vidrio, o hacerlas  con vasos cónicos de cartón marca Dixie,  pintadas con guache  y rociadas con escarcha de varios colores , comprar el viki viki y la tela de  yute para armar el nacimiento, desempolvar las ovejitas de plástico y las casitas del nacimiento , así como las figuras de San José , La Virgen , la mula , el buey , Los Tres Reyes Magos, los camellos  y el Niño Jesús , mandar a comprar las lechosas , el cabello de ángel, el higo y las ciruelas pasas para los infaltables dulces y tener  listo en la alacena  de la casa el  papelón , los clavitos de especie,  la canela en polvo y canela en rama ,  sin olvidar los ingredientes para  la preparación del ponche crema y la tizana  …, por supuesto, comprar  los estrenos para esa Noche Buena y también para Año Nuevo  , ah , y los juguetes  que sin duda  “nos  traería “  esa noche del 24 de Diciembre el niño Jesús …, bueno , ahí se ponía un poquito complicada la cosa o como decíamos en criollo “ se montaba la gata sobre la batea “,  ya que eran 5 muchachos pequeños  y dos  zagaletones, ya tarajallos, que por supuesto aunque sabían cómo era el maní, se hacían los locos para que el Niño Dios le trajera también sus regalos , es decir , que en el nacimiento que se colocaba tradicionalmente  en una esquina de la sala, con vista hacia la calle , casi antes de que se terminara de armar , ya estaban las 7 cartas , cada una con una lista de hasta 5 o 6 regalos con su tradicional encabezado : “ Querido niño Jesús , tu sabes que este año me he portado bien , bueno, me he portado un poco mejor que el año pasado , es por eso que te pido que me traigas…..”  , y ahí comenzaba la retahíla de peticiones  : una bicicleta española , un par de patines Winchester , una pistola de balines , un arco o ballesta original al estilo del legendario Guillermo Tell , o  un Bebé Querido original ,con su coche de doble piso , un juego completo de Cocina Americana que incluía  hasta horno y  despensas , es decir , esas cartas estaban cargadas de  una  lista grande de regalos,  y así , en la dulce y anhelada espera, llegaba por fin la fecha  más importante del año , la Nochebuena del 24 de Diciembre  y seguidamente del  día de Navidad el 25 de Diciembre.

 Ya , desde las cinco de la mañana del 24 de Diciembre , el largo mesón de madera , vestido con un hule estampado de frutas y flores  en el patio trasero de la casa , era testigo fiel de la preparación del plato más delicioso y tradicional del venezolano “ las hallacas “ y sus inseparables  “ bollos “ …,   las hojas limpias y embadurnadas con manteca de  cochino , el suculento guiso ya listo y preparado ,  que serviría además  de desayuno, con las arepas en el fogón de leña …, los adornos para las hallacas separados en platos de peltre , el pabilo a la espera de la última envoltura de la hoja y la lata de manteca “los tres cochinitos” repleta de agua hirviendo para la zambullida de las hallacas y los bollos …, y a manera de alcahuetería,  la primera hallaca estaría reservada, bien fuera para el novio o pretendiente de la hija mayor o para congraciarse con el dueño de la bodega o pulpería a quien se le debía un “fiao” de por lo menos tres meses atrás,  y por supuesto las demás hallacas y bollos estaban destinadas al consumo familiar y al  acostumbrado y muy tradicional  intercambio de hallacas entre las familias más cercanas de la casa, provocando una especie de “ rivalidad silenciosa “ para ver quien preparaba las mejores hallacas .

  A las nueve  de la mañana de ese 24 de diciembre, se comenzaba a limpiar la casa y a pulir el piso con esperma ( cera derretida ), mezclada con kerosene , por supuesto al ritmo musical que nos brindaba " Radio Aeropuerto" , " Radio Rumbos " o " Radio Continente "… ,  a las cinco de la tarde el piso ya estaba limpio y reluciente ,  las paredes de la casa mostraban su belleza con la combinación perfecta  de una pared rosada  y otra color turquesa, con el rodapié de casi 20 centímetros pintado con sapolín color caoba , por supuesto con el cuidado suficiente de no recostarse de las paredes ya que la avestina  si no era echada con sal y sábila lo más seguro era que te manchara la ropa o la piel …, en un rincón de la sala ,con vista hacia la calle , el majestuoso e imponente  Nacimiento , los muebles de paleta en el otro extremo de la sala y en otro de los rincones  , al lado del arbolito cubierto  con la nieve preparada con el jabón en escamas , estaba el “ Picot “ marca Westinghouse que retumbaba con el sonido inconfundible y contagioso de Damirón y su Piano Merengue, alternando con la orquesta San Souci y el tema “ Tomando Ron con Coca Cola” o la canción  del momento “ Se Va El Caimán “ o quizás “Juancito Trucupey” cantada por la jovencita cubana Celia Cruz …, los invitados comenzaban a llegar a partir de las siete de la noche , la mezcla del bullicio de la gente , la música a todo volumen y el estruendo causado por “los saltapericos” y “traqui- traquis” se convertía en escenario perfecto para ingerir algunos tragos de ponsigue , guarapita o ponche crema ,  a eso de las nueve de la noche,  la mesa esperaba por los comensales,  quienes degustarían   de una cena navideña típica de aquel viejo Charallave , por su puesto con la “obligada” introducción de la matrona de la casa repitiendo  lo que por años y años acostumbraba a decir : “ les pido que  me disculpen pero creo que las hallacas no me quedaron como en años anteriores, pero espero les guste “…,   a eso de las diez y media de la noche el jefe de la casa ( el papá o la mamá ) hacia  el anuncio inesperado para nosotros  los más pequeños : “ vamos ,  llego la hora de dormir porque si no,  el Niño Jesús pasará de largo para otra casa , vamos , vamos a dormir  “ , pues, no quedaba otra alternativa que irse a la cama para lidiar con el sueño y esperar el amanecer que seguro estábamos el Niño Jesús nos traería “todo lo que le habíamos pedido” .

  Al despertar aquel 25 de Diciembre, todos corríamos al pie del nacimiento con la ilusión de ver la bicicleta española, los patines Winchester, el ballestero de Guillermo Tell , el Bebé Querido y todo lo que le habíamos pedido desde hacía más de un mes …,  los siete regalos , incluyendo los de los dos tarajallos, envueltos en hermosos y llamativos papeles de regalo,  estaban en efecto al pie del nacimiento , cada uno con su nombre , pero antes de  destaparlos  papá o mamá nos hacían la advertencia ( casi como preparándonos para no desilusionarnos) , diciéndonos , quizás,  una de las mentiras más piadosas que hemos podido escuchar  : “el Niño Jesús nos dijo anoche que no le alcanzó el dinero para comprar todo lo que los niños del mundo le habían pedido y que además habían muchos niños que estaban muy solos , que no tenían mamá ni papá y aunque no pudieron hacerles las cartas él también les había traído sus regalos , así que a destapar los regalos y darle gracias al Niño Jesús por esos regalos que hoy les ha traído  y el año que viene ,si se portan bien, él les traerá lo que le pidan “ …, y así , dentro de nuestra ingenuidad,  comenzábamos desesperadamente a destapar nuestros regalos, viendo, no con mucha alegría, las revolveras con sus pistolas de plástico al mejor estilo de Cold 45 , el Llanero Solitario u Hopalong Cassidy , o los suplementos de Rin Tin Tin o de Lassie o los jueguitos de Te ( con todas sus vajillas de porcelana ) , un equipo médico en miniatura con el Dr. y la enfermera de plástico ,  o un cuatro ( pequeñito ) de madera,  para aprender a tocar y cantar la canción de Luis Cruz “Dumbi-Dumbi” o “ Compadre Pancho” del compositor Lorenzo Herrera   , o quizás los paquetes con  soldaditos de plástico, típicos de la resaca de la segunda guerra mundial, o cualquier otro regalito que , aunque  de poco valor económico,  sin duda alguna , saciaba nuestras ilusiones y lo disfrutábamos hasta el cansancio …, pero con seguridad, al salir a la calle con nuestros juguetes esa mañana del 25 de Diciembre , como era costumbre en nuestro pueblo , veíamos con mucho recelo que al vecinito , el Niño Jesús le había traído muchos regalos de mayor calidad y de mayor valor económico,  pero nuevamente la inteligencia y sabiduría de nuestros padres se imponían de manera inequívoca , con una  respuesta oportuna pero muy parecida a la que nos habían dado en el mismo momento de recibir nuestros regalos : ” AL NIÑO JESÚS , SIMPLEMENTE ,  NO LE ALCANZARON LOS CHURUPOS “

 

PD: SI TE GUSTO  ESTA “HISTORIA POCO CONTADA “, POR FAVOR , TE PIDO COMO REGALO DE NAVIDAD , QUE LA COMPARTAS EN TU MURO Y CON TUS CONTACTOS , PARA QUE MAS NIÑOS Y JOVENES CONOZCAN CÓMO ERA  LA NAVIDAD EN NUESTROS TIEMPOS Y POR SUPUESTO PARA QUE LOS ADULTOS MAYORES LA RECUERDEN CON UN POCO DE NOSTALGIA PERO CON MUCHA ALEGRIA .

Feliz Navidad para todos,  les deseamos los que laboramos en “ El Adobe Pueblo De Antaño” …donde el tiempo se detuvo.








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