viernes, 17 de enero de 2020

LA VIEJA PLAZA BOLIVAR Y SUS ETERNOS GUARDIANES “FELICIA LA MANISERA” , “LUIS EL COTUFERO” Y “PACHEQUITO Y SUS LAPAS”



LA HISTORIA POCO CONTADA 
LA VIEJA PLAZA BOLIVAR
Y SUS ETERNOS GUARDIANES
“FELICIA LA MANISERA” , “LUIS EL COTUFERO”
Y “PACHEQUITO Y SUS LAPAS”

POR . JUAN QUINTANA 














LA HISTORIA POCO CONTADA 
LA VIEJA PLAZA BOLIVAR
Y SUS ETERNOS GUARDIANES
“FELICIA LA MANISERA” , “LUIS EL COTUFERO”
Y “PACHEQUITO Y SUS LAPAS”
POR . JUAN QUINTANA 


 Esta es parte de la historia más sencilla de nuestro pueblo , la cotidianidad de aquel hermoso pueblo de calles empolvadas , de aquel pueblo apacible con gente amable ...... de aquel Charallave  con sus costumbres , tradiciones , personajes populares , anécdotas  , leyendas  y su  historia…..y en el “ Adobe Pueblo de Antaño “  mantenemos aún vivo el recuerdo de esa hermosa historia , de la  historia   poco contada como la de Felicia , Luis y Salvador los “Eternos Guardianes”  de la Vieja Plaza Bolívar .

Ya en 1972 Charallave comenzaba a dar signos de su inevitable modernización , un diseño moderno de influencia europea sustituía de manera definitiva  la vieja Plaza Bolívar de Charallave  la cual con anterioridad había sufrido varias modificaciones a lo largo de su existencia pero que sin embargo mantenía aun un estilo muy peculiar característico de la inmensa cantidad de plazas de Venezuela : gran cantidad de árboles frondosos , asientos de hierro y tablitas , jardineras en forma triangular con separadores de jardín  construidos con cabillas corrugadas , un busto central del Libertador y  el calor de su gente congregada en las tradicionales , añoradas e insustituibles tertulias pueblerinas……  La eliminación de la Vieja Plaza Bolívar   arrastraba consigo parte de  nuestra  historia cotidiana……. . ¡ que gratos recuerdos de aquella vieja plaza ¡ con sus eternos “ Guardianes” : Felicia “ la manisera” , Luis “ el cotufero” y Salvador “Cámara” Pacheco , quienes de manera sigilosa y a  la par de sus labores cotidianas custodiaban con mucho recelo nuestra Plaza Bolívar .
Felicia Urbano, cariñosamente “  Felicia La Manisera ” en su destartalado taburete de cuero apostada en la esquina sur de la plaza , justo donde hoy funciona la tasca Santa Rosa o tasca de los Pita , con su cesta repleta de cucuruchos de maní envueltos en papel de estraza o bolsas bodegueras de color marrón claro los cuales vendía por tan solo un mediecito …..
Con voz muy clara  la oíamos a diario   con su pregonar muy silencioso :  ” mira muchacho , llévate tu bolsita de maní , gua por solo un medio …llévatelo muchacho que están tostaiiiitos ….” ….., Felicia “ la manisera” no pasaba nunca desapercibida no solo por lo estratégico de su ubicación sino además por su manera tan pintoresca y genuina de ofrecer su mercancía , pero además era muy frecuente oírla reclamar con fuerza  a los zagaletones de la época quienes acostumbraban a subir a los arboles de la plaza en la búsqueda de algún nido de paraulata o lanzando papeles dentro de la misma Plaza Bolívar :  “…mira muchacho ….no eches ese papel en el piso “  , “ deja la matica chico la vas a dañar , esa es la que nos da sombra “   ……….
Un poco más arriba , solo a escasos veinte metros de Felicia la manisera y  muy cerca  del otrora “Bar la Aurora” del recordado Pablo “curita” Arocha local en que años después se instaló  “ Bazar Charallave”  del no menos popular Bibiano Cisneros “Rasputín “  ahí , en plena plaza, un hombre  fornido y no muy alto , con una tranquilidad envidiable ,  de tez muy blanca y ocasionalmente rojiza producto de algunos palitos de ron para alegrar la vida ( tal como el solía decir) , armaba a diario su tarantín para vender cotufas , mejor dicho para elaborar y vender las mejoras cotufas del mundo , ese era Luis Higuera “ Luis el cotufero” , el hacedor de cuentos  para los niños quienes se embelesaban escuchando  aquel singular personaje narrándoles alguna historia o algún cuento producto de su imaginación y al concluir su narrativa acostumbraba a cerrar con frases como estas : “ mírame esa pelotica “  o aquella otra  que decía :  “ ¿ chicles ¿ …jajaaj chicles no hay “ .

Al otro lado , diagonal a Felicia la manisera , un poco más arriba del mercadito de los Otamendi , justo frente a lo que es hoy la entrada del estacionamiento de la casa parroquial se instalaba de manera improvisada, generalmente en semana santa , carnaval , fiestas de agosto y demás días festivos , el polifacético hombre de pueblo salvador pacheco conocido como “cámara” o “pachequito” para vender las famosísimas “lapas de pachequito” , este delicioso manjar no era más que una mitad de hallaquita o bollito de harina de maíz  con una espectacular cubierta de una ensalada preparada con sardina con tomate y cebolla picaditos  y acompañado por supuesto con un exquisito y refrescante vaso de “kool aid” por el módico precio de un real………hablar de las famosas lapas de Charallave es hablar de pachequito , pero además salvador pacheco era uno de “ los primeros chicharrones” en las fiestas de carnaval con sus ocurrentes disfraces  de “ Dama de alta alcurnia” y su extraordinario Don de bailarín , fue un enamorado de la música y tocaba con gran facilidad “ la marimba “ , incursiono en el mundo de la política llegando a ocupar cargos dentro de la municipalidad , sin duda que era un indiscutible polifacético .

Felicia , Luis y Salvador , aunque sin querer , estaban ubicados de manera estratégica en flancos diferentes de aquella vieja Plaza Bolívar no solo para ofrecer sus deliciosos productos sino además  para amarla , para cuidarla y custodiarla e impregnarla hasta la saciedad , con su presencia , de ese agradable  y verdadero sabor a pueblo ……

Felicia “la manisera” , Luis “el cotufero” y las “lapas de Pachequito “ ya no están , tal  como lo dice Gustavo Farrera en su canción “Dime Donde “ ………..., el olor y el sabor de las mejores cotufas del  mundo  , lo pintoresco y casi tradicional de las lapas  así como los crujientes maníes en cucuruchos improvisados se esfumaron definitivamente…….  Felicia , Luis y Pachequito  ya no son los genuinos gendarmes  de ese lugar tan maravilloso que nos atraía con su monumental encanto , quizás  ellos , al igual que “La Vieja Plaza Bolívar “ fueron remolcados  por la vorágine del modernismo , o tal vez  “la misma Vieja Plaza Bolívar” esa Vieja Plaza Bolívar llena de innumerables  e inimaginables “Historias Poco Contadas “  en su desespero porque no desaparecieran del recuerdo popular prefirió llevárselos consigo …….



LOS GENDARMES DE LA PLAZA
POR :  JUAN QUINTANA

Hoy  recuerdo con nostalgia,
pero con mucha alegría ,
a la gente de mi pueblo
la gente de aquellos días .

Recordar es revivir
los tiempos de aquel pasado,
donde  juntos disfrutamos,
calle  arriba y calle abajo .

Me llega así a la memoria
una estampa que entrelaza ,
a  los celosos gendarmes
custodiando aquella  Plaza .

En la esquina de esa Plaza,  
aquella Plaza de otrora ,        
en su taburete viejo                                    
sentadita a toda hora .                                            

Estaba la manisera
con su cesta a un costado ,
Felicia Urbano la negra,
la negra del Pueblo Abajo .

Con sus cucuruchos llenos
de maní recién tostados ,
vendiéndole a los muchachos 
de aquel Pueblo ya olvidado.

Un cucurucho una locha,
cinco por real y cuartillo ,
en la esquina de la plaza
los compraba yo de niño .

Más arriba a pocos metros ,
y atendida por su dueño   
Luis Higuera el cotufero ,
el hacedor de los sueños .

El maíz ya preparado ,
solo a la espera de un niño
para contarle algún  cuento
mientras sale el bocadillo.

¡ Mírame esa pelotica !…
exclamaba aquel compai ,
y luego su dicho famoso
Chicles …jajaja , chicles no hay.
Cotufas bien calentitas
en su bolsa de papel ,
desbordantes  de alegria,
e ilusiones a granel.

Del otro lado é  la plaza ,
sus lapas hoy rememoro ,
a Salvador Pachequito
y ese menjurje que añoro .

Unos bollitos picados,
y una especie de ensalada
con sardinas de latica
 pero muy bien aliñadas .

Por tan solo  un mediecito
toda una exquisitez ,
que se guardó en mi memoria
en mis años de niñez .

Ellos eran los Gendarmes,
los custodios del pasado,
custodiando aquellos sueños
de un Charallave añorado .

Felicia, Salvador  y Luis,
al transcurrir de los años ,
quedaron en el recuerdo

de aquella Plaza de Antaño . 






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