“LA HISTORIA POCO CONTADA”
FRANCISCO JOSE HIGUERA
“POCO A POCO”
POR: JUAN QUINTANA
En la víspera del 16 de
julio de cada año, veíamos a Francisco
José Higuera, con gran entusiasmo, dando carreritas de última hora, y ajustando
todos los detalles pertinentes, para la celebración, por todo lo alto, del día
central de las fiestas en honor la Virgen del Carmen.
Francisco José Higuera, era
conocido popularmente, por generaciones anteriores, como “Poco a Poco”, justamente así, respondía él cuando se le preguntaba: ¿cómo estas Francisco José?, bueno aquí
hermano, poco a poco, y así se fue quedando. con su apodo de “poco a poco”, sin
que esto le causara ningún tipo de molestias, todo lo contrario, igualmente él
al saludar a sus amigos, con la seriedad que lo caracterizaba, preguntaba
también : ¿ poco a poco ? Y así mismo le
respondía: “poco a poco”.
Bueno, como les decía, hoy
nuestro personaje, estuviera de carreritas, tal como lo hacía cada 16 de julio, día de la Virgen del Carmen,
de quien Francisco José, fue el
sempiterno presidente de esa cofradía, que aglutinaba a miles de feligreses en
aquel viejo Charallave.
Aunque los preparativos para la
celebración de tan importante fecha, comenzaban durante los primeros días de
enero, visitando casa por casa, a los
devotos y miembros activos de la cofradía de la Virgen del Carmen, e igualmente al comercio,
para solicitar la acostumbrada colaboración para el arreglo de la Santa
…, “ poco a poco” , con toda la paciencia del
mundo (otra de sus cualidades), y con su pequeño maletín de cuero bajo
el brazo, el mismo maletín que utilizaba para cobrar las rentas municipales de
la otrora Junta Comunal, ahí tenía su talonario de recibos, exclusivamente para
justificarle a quienes por voluntad propia, acostumbraban a dar su tradicional
colaboración, por suerte, y como parte de nuestra memoria histórica, tenemos aún guardado en el Adobe y Museo de
la Magdalena, su maletín de cuero, testigo fiel de un Charallave añorado por
muchos.
La responsabilidad de llevar
sobre sus hombros, esta importante labor religiosa y social cada año, requería de más y más esfuerzo, en vista del
alza en los precios de las velas , las flores , la música sacra con la banda
pueblerina y por qué no hasta del ron que “poco a poco” le tenía guardado para
los cargadores de la época .
Al despuntar el alba de aquel
16 de julio, el repicar de campanas no se hacía esperar, y su sonido se
esparcía por todo el vecindario, como señal de que en breve tiempo, se
realizaría la tradicional misa matutina en honor a la Virgen del Carmen, luego
de la misa, la banda musical del pueblo,
a la que Francisco José también perteneció como cuatrista, hacia su tradicional retreta en la Plaza
Bolívar, seguidamente, los juegos tradicionales para niños y jóvenes, como el
palo encebado, el papelón guindando, el sartén con negro de humo, las carreras
de saco, y las piñatas y golosinas para los más pequeños del pueblo.
Llegaba así las seis de la
tarde, y de nuevo, el repicar de
campanas anunciaba la misa en su honor,
y la posterior salida en procesión de la Virgen del Carmen, y de esta manera “poco a poco”, vistiendo su
mejor gala, quizás por ser uno de los días más importantes de su vida, con su
caja en mano, y acompañado de los otros
miembros de la cofradía, comenzaban a
repartir las velas para alumbrar la Santa,
y “algún detalle” como recuerdo de esa fecha tan esperada por Francisco
José Higuera.
La procesión entraba como de
costumbre, a eso de las diez de la noche, y con el lanzamiento de cohetones,
arrancaba en plena Plaza Bolívar, el tan esperado baile popular, con algún
grupo famoso de la zona.
La faena concluía por ese año ,
las felicitaciones de amigos y miembros de la cofradía eran innumerables,
quedaba la satisfacción por la labor cumplida,
y solo habría que esperar
nuevamente, que llegara enero, para
comenzar a preparar, con suficiente tiempo, lo que para él era su razón de vida
y su pasión, demostrando así, no solo el
fervor y admiración hacia la Virgen del Carmen , sino además , el eterno amor
por su pueblo, por Charallave, el pueblo que lo vio nacer y crecer, formando una familia muy humilde pero de intachable reputación.
Sin duda alguna, este 16 de
julio, Francisco José Higuera, ”poco a poco”, seguro estará celebrando en
grande, y por todo lo alto, de lo que fue su verdadera pasión, su entrega total
y su indiscutible devoción, aunado, por supuesto, de su infinito amor por
Charallave, pero esta vez, lo estará haciendo mucho más cerca de la Virgen del
Carmen .
Mi respeto y admiración por
Francisco José Higuera, “poco a poco”, y por todos los personajes nuestros, que
marcaron la historia cotidiana de aquel viejo Charallave, que nos dejó un
recuerdo en cada esquina.
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