LA HISTORIA POCO CONTADA
LA HISTORIA POCO
CONTADA
FELICIA “LA
NEGRA” CORREA
LA
PARTERA DEL PUEBLO
POR
. JUAN QUINTANA
Esta es
parte de la historia más sencilla de nuestro pueblo, la cotidianidad de aquel
hermoso pueblo de calles empolvadas, de aquel pueblo apacible con gente amable,
de aquel Charallave con sus costumbres,
tradiciones, personajes populares, anécdotas, leyendas y su
historia…, y en el “Adobe pueblo de
antaño“, mantenemos aún vivo el recuerdo
de esa hermosa historia, “de la historia poco contada” como la de “La Negra Correa” la partera de Charallave.
El 11 de Marzo de 1905, por cuestiones
meramente circunstanciales, Ocumare del Tuy ve nacer a una niña, hija de Félix
Correa y Rosarito Castro, quienes habían contraído matrimonio en 1893, en el
otrora y apacible Charallave, su nombre, “Felicia Antonia Correa Castro”, pero
más tarde se conocería con el apodo muy popular de, “La Negra Correa”, y por
cuyas prodigiosas manos, pasarían centenares de niños y niñas, quienes verían
por primera vez la luz del mundo, tras una nalgada bien intencionada propinada
por este maravilloso ser, cuya verdadera misión encomendada por Dios, seria
precisamente esa, la de partera.
Cuando ya la mujer, de aquel viejo Charallave,
se sentía el malestar, o los dolores previos al parto, lo primero que
hacía era ordenarle, bien fuera a uno de
los hijos mayores o al propio marido, para que buscara a la Negra Correa, y
ella, con toda la calma del mundo, (cosa que la caracterizaba), le respondía así:
dígale que en un rato voy para allá,
pero que ponga a hervir agua en una olla bien grande, que compre en la Botica Vargas
un litro de alcohol, un frasquito de iodo y un paquete de gasas, o tela de
pañal, que lo demás lo pongo yo…, en efecto, en la casa se preparaba todo lo
que la Negra Correa había ordenado, hervían el agua, metían el aguamanil en el
cuarto, preparaban la muda de ropa, únicamente a la espera de la partera.
Ya estando la Negra Correa en la habitación,
se hacía acompañar de algún familiar de la parturienta, preferiblemente de una
mujer, mientras el resto de los familiares, incluyendo a los futuros padrinos,
aguardarían impacientes, en la sala o en la cocina, esperando “oír” el primer
llanto o llorisqueo del niño o la niña, porque realmente no se sabía con
exactitud, si nacería hembra o varón, aunque ya a los tres meses de embarazo,
los viejos de antes se adelantaban a los acontecimientos y sabían, según ellos,
si iba a nacer hembra o varón, bien fuera por la forma de la barriga, es decir,
si era redonda o puntiaguda, o si a la mujer se le inflamaba o no los pies y la
cara, o si el muchacho daba o no patadas dentro de la barriga, pero lo cierto
del caso, es que cuando pasaba alguna mujer embarazada, y algunas de la viejas
les decía: “esa será una muchacha“, a Ud. no le quedaba otro remedio que comprar
escarpines y vestidos rosados, pero algunos dudaban de esto y compraban, por si las moscas, todo amarillo o blanco que eran colores
neutrales.
Ya, al nacer la criatura, la Negra Correa,
con toda su santa calma, procedía a cortar el cordón umbilical, lo amarraba y
lo desinfectaba, y concluía así con el aseo de la parturienta, y por supuesto,
con las recomendaciones generales, como por ejemplo: no serenarse durante ocho días,
no mojarse con agua de lluvia, no hacer ningún tipo de fuerza como cargar agua
o pilar maíz, comer suficiente granos y sopas para recuperar las energías,
darle teta a su muchacho por lo menos durante un año, y otra última recomendación, que no era solo
para la parturienta sino también para el marido, era que “de aquello… nanai
nanai“, es decir, que tenían que esperar al menos la cuarentena.
Este oficio de partera, lo heredó la Negra
Correa de su madre Rosarito Castro, nacida en Charallave, y junto a ellas y a
tantas otras mujeres que también fueron
parteras, como la Sra. Landaeta, Luisa Higuera, Emma Gutiérrez, la Sra. Hemina,
representaban, sin duda alguna, el pilar fundamental en la consolidación del
verdadero gentilicio Charallavense.
La Negra Correa, ejercía su oficio como un
apostolado, con gran dedicación, con mucho sentido de la responsabilidad, pero
siempre con mucha confianza, a pesar de que varias fueron las situaciones de
aprieto o apuro que tuvo que sortear, situaciones de parto con muchachos
atravesados, muchachos que venían de pie, partos morochos y trillizos, o
muchachos que nacían con un peso y volumen por encima de lo normal, como fue el
caso de Teresa de Alvarenga, cuando fue a parir a su menor hijo Marcos “Maraco”
Alvarenga, que era tan gordo y tan largo, que la negra se vio sumamente
comprometida, pero al final se impuso la sabiduría y la experiencia de este ser
tan especial a quien los Charallavenses debemos rendirle un homenaje sincero,
para que su nombre no sea olvidado…, infinidad de niños de nuestro pueblo,
llegaron a este mundo, ayudados por las manos prodigiosas de Felicia Correa, “La
Negra Correa”, su casa donde vivió durante muchos años, hoy día pudiera
convertirse, con la anuencia de sus familiares, en un verdadero museo, con
fotos y leyendas de los centenares y centenares de Charallavenses que pasaron
por sus manos, estoy convencido que la gente de nuestro pueblo, no dudaría en
ofrecer su foto y las de los familiares atendidos por la Negra Correa, para ser
colocada en el “Museo La Negra Correa”, quizás seria este el lugar más
frecuentado por quienes de una u otra manera agradecerán eternamente, haber
nacidos de la mano de una humilde mujer de pueblo, de una mujer como muchas
otras mujeres en cada pueblo de Venezuela, que quizás fueron escogidas por el Creador
para cumplir una de las misiones más loables del mundo, “ayudar a nacer“…, La
Negra Correa, sin duda alguna, forma parte de esa historia poco contada de
nuestro pueblo, de ese pueblo por el cual debemos luchar día a día para que su
historia no se diluya en el tiempo, en
nombre del gentilicio Charallavense, gracias, mil gracias por haber existido,
y que Dios la tenga en su Santa Gloria.
FUENTES ORIGINALES:
MARIA CORREA.(NIETA
DE LA NEGRA CORREA)
EMPERATRIZ GARCIA (REGISTRADORA
CIVIL).
EDISSON MUJICA
(HISTORIADOR).
No hay comentarios:
Publicar un comentario