sábado, 11 de enero de 2020

DEL GRITO DE CARNAVAL, A UNA MUERTE TRAGICA...PABLO NICOLAS DIAZ EL NIÑO,













 

LA HISTORIA POCO CONTADA 

DEL GRITO DE CARNAVAL A UNA MUERTE TRÁGICA.

PABLO NICOLÁS DÍAZ, “EL NIÑO”

 

POR . JUAN QUINTANA 

 

 

  Esta es parte de la historia más sencilla de nuestro pueblo, la cotidianidad de aquel hermoso pueblo de  calles empolvadas, de aquel pueblo apacible, con gente amable, de aquel Charallave de antaño con sus costumbres, tradiciones, personajes populares, anécdotas, leyendas,  y su  historia, una historia   poco contada como la de aquel trágico lunes de carnaval de 1967 …..

 

  Aquel   5  de Febrero de 1967, sábado de carnaval, en los elegantes y confortables salones del Club Canario de Charallave, ya todo estaba preparado para la celebración del baile de gala en homenaje a su majestad Mireya Bello, una hermosa jovencita con apenas 19 años, quien había sido favorecida con la mayoría del voto popular, en una  elección realizada en el mes de enero, en las instalaciones del viejo liceo José Gregorio Hernández de Charallave…,”Los Megatones de Lucho”  y su cantante estelar el negro “Víctor Piñero”,  engalanaría esa espectacular noche de carnaval, interpretando los temas más sonados del momento, y por supuesto los tradicionales pasodobles, guarachas, charangas  y merengues, un grupo de jóvenes del pueblo, integrado, entre otros, por Cesar Carvallo, Pedrito Méndez, Marcelo Hernández, Griserio Guzmán, José María Macero, Cesar Díaz, Luis Esteban Pérez, Juani Bolívar,  habían puesto todo su empeño como  organizadores de la junta de carnaval del año 1967,  para que la inmensa mayoría de los Charallavenses y demás habitantes de lugares aledaños, disfrutaran sanamente  de las fiestas carnestolendas en aquel pueblo tranquilo y apacible.

 

 La coronación de su majestad Mireya I, Reina de los carnavales del año 1967, se realizaría ese mismo sábado a las 6 de la tarde en la Plaza Bolívar, vistiendo un elegantísimo traje original, comprado en las tiendas Tropicana de Caracas, y estaría acompañada de su cortejo de Damas de Honor integrado por Vestalia, Yraima y Nohelia Arocha, Isabel Teresa Rincones, Martha Luna y Amalia Guzmán, quienes  vestían trajes de Soldados Españoles..., luego de la coronación en la plaza Bolívar, Mireya I seria trasladada en una hermosísima Carroza, confeccionada por Mónico Robles, Ramón Guzmán, y Juan  Perfilao, hasta el Club el Canario para dar inicio al tan  esperado baile de gala.

 

  La noticia que recorría  al mundo ese sábado 5 de febrero del año 67, era la del extraño y sorprendente suicidio de la cantautora Chilena Violeta Parra, autora del tema “Gracias a la vida”, mientras tanto,  la africana Mirian Makeba, con su visita a Venezuela, revolucionaba con su tema musical “Pata Pata”, colocada como favorita en todas las emisoras am del país, por su parte,   ataviados a la usanza de la época, algunas chicas de Charallave, con las cortísimas  minifaldas, y los jóvenes con los pantalones de tubito de tela brillante o tornasolada y camisas de bacterias,  se aferraban a la moda del momento.

 

  El domingo 6 de febrero continuaba la celebración de las fiestas de carnaval, con el tradicional desfile de  comparsas y disfraces, y la nota humorística colocada por  Elías Pérez con su espectacular y sumamente curioso disfraz de mujer, secundado por Salvador “cámara” Pacheco, quien de igual forma, mostraba de manera jocosa la imitación  de otra figura femenina con rasgos exageradamente despampanantes, en ese desfile, bajo ningún concepto, podía faltar el popular “disfraz  de negrita”  que pocas veces se sabía si eran hombres o mujeres,  y aprovechaban el momento para acariciar, y muchas veces hasta para dar un beso y un apretón bien fuerte, bajo el lema de “¿a que no me conoces?”…, las  coloridas comparsas eran  acompañadas de infinidad de disfraces individuales, quienes al ritmo de la contagiosa música  pueblerina, lanzaban caramelos, papelillos y serpentinas al resto de la audiencia.

 

  Mientras todo esto ocurría en aquel Charallave de antaño, algunos vecinos  veían pasar desde primeras horas del día y de manera reiterada durante varios días, un automóvil del año 1960 marca Volkswagen, color azul, conducido por un joven del pueblo muy querido y admirado por todos, se trataba del profesor de matemática  Pablo Nicolás Díaz, conocido cariñosamente como “el niño”, el hijo consentido de Chucha Díaz, quien algunos días atrás le había comprado el automóvil a su colega del liceo José Gregorio Hernández Mauro Bolívar..., el afán que tenía “el niño” de aprender a conducir lo más pronto posible, lo obligaba a “matar fiebre” calle arriba y calle abajo, quizás, con  la ilusión de ir en carro propio a recibir sus clases en el Pedagógico de Caracas, o de sacar a pasear en su primer y único vehículo, a su eterna enamorada Graciela Arrieta, la hija menor de Concho Delgado, con quien contraería matrimonio en los próximos días.

 

 El lunes 7 de Febrero, la rutina no fue diferente, mientras la mayoría de la gente del pueblo se preparaba para esperar ansiosamente el desfile de aquella tarde de carnaval, Pablo Nicolás Díaz, “el niño”, continuaba en sus prácticas de manejo  desde su casa, en la calle La Estación,  haciendo incansablemente el recorrido por las diferentes calles del pueblo, en su Volkswagen color azul…, la tarde caía rápidamente, el reloj  de nuestro imponente e histórico  templo parroquial, marcaba las 4 en punto,  ya todo estaba preparado para dar inicio al desfile de carnaval organizado por los jóvenes de la época, pero el destino marcó sus huellas indelebles, un aparatoso volcamiento  en las cercanías de Alvarenga, cegaba la vida de aquel joven Charallavense, querido y admirado por todos..., la infausta noticia corrió rápidamente  cual eco ensordecedor, llegando a cada rincón del pueblo: “se mató el niño”, “se mató el niño“…, la gente volcada a la calle  no podía creerlo, pero el destino así lo había  marcado, ”se mató el niño”,  y con su muerte se sellaba tristemente aquel carnaval del año 67 organizado por sus amigos, aquellos amigos de la infancia y la juventud, sus compañeros de estudio en la Teresa de Bolívar o en el colegio de los Padres Agustinos ( La Coromoto ), sus amigos de farra..., con su muerte se  iban todos  los  sueños de un joven que estaba solo a pocos meses de  graduarse en el Pedagógico de Caracas, de un joven que mantenía la ilusión de   casarse con su eterna enamorada “Chela”, de un joven, que con su poca edad pasó a formar parte de la historia de nuestro pueblo , de esa historia poco contada como la de aquel trágico Lunes de Carnaval del año 1967.



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