LA HISTORIA POCO
CONTADA
DEL GRITO DE
CARNAVAL A UNA MUERTE TRÁGICA.
PABLO NICOLÁS DÍAZ,
“EL NIÑO”
POR . JUAN
QUINTANA
Esta es
parte de la historia más sencilla de nuestro pueblo, la cotidianidad de aquel
hermoso pueblo de calles empolvadas, de aquel pueblo apacible, con
gente amable, de aquel Charallave de antaño con sus costumbres, tradiciones,
personajes populares, anécdotas, leyendas, y su historia, una
historia poco contada como la de aquel trágico lunes de carnaval
de 1967 …..
Aquel 5 de Febrero de 1967, sábado de carnaval, en
los elegantes y confortables salones del Club Canario de Charallave, ya todo
estaba preparado para la celebración del baile de gala en homenaje a su
majestad Mireya Bello, una hermosa jovencita con apenas 19 años, quien había
sido favorecida con la mayoría del voto popular, en una elección
realizada en el mes de enero, en las instalaciones del viejo liceo José
Gregorio Hernández de Charallave…,”Los Megatones de Lucho” y su
cantante estelar el negro “Víctor Piñero”, engalanaría esa
espectacular noche de carnaval, interpretando los temas más sonados del
momento, y por supuesto los tradicionales pasodobles, guarachas,
charangas y merengues, un grupo de jóvenes del pueblo, integrado,
entre otros, por Cesar Carvallo, Pedrito Méndez, Marcelo Hernández, Griserio
Guzmán, José María Macero, Cesar Díaz, Luis Esteban Pérez, Juani
Bolívar, habían puesto todo su empeño como organizadores
de la junta de carnaval del año 1967, para que la inmensa mayoría de
los Charallavenses y demás habitantes de lugares aledaños, disfrutaran
sanamente de las fiestas carnestolendas en aquel pueblo tranquilo y
apacible.
La coronación
de su majestad Mireya I, Reina de los carnavales del año 1967, se realizaría ese
mismo sábado a las 6 de la tarde en la Plaza Bolívar, vistiendo un
elegantísimo traje original, comprado en las tiendas Tropicana de Caracas, y
estaría acompañada de su cortejo de Damas de Honor integrado por Vestalia,
Yraima y Nohelia Arocha, Isabel Teresa Rincones, Martha Luna y Amalia Guzmán,
quienes vestían trajes de Soldados Españoles..., luego de la
coronación en la plaza Bolívar, Mireya I seria trasladada en una hermosísima
Carroza, confeccionada por Mónico Robles, Ramón Guzmán, y
Juan Perfilao, hasta el Club el Canario para dar inicio al
tan esperado baile de gala.
La noticia
que recorría al mundo ese sábado 5 de febrero del año 67, era
la del extraño y sorprendente suicidio de la cantautora Chilena Violeta Parra,
autora del tema “Gracias a la vida”, mientras tanto, la africana
Mirian Makeba, con su visita a Venezuela, revolucionaba con su tema musical
“Pata Pata”, colocada como favorita en todas las emisoras am del país, por
su parte, ataviados a la usanza de la época, algunas chicas de
Charallave, con las cortísimas minifaldas, y los jóvenes con los
pantalones de tubito de tela brillante o tornasolada y camisas de
bacterias, se aferraban a la moda del momento.
El domingo 6
de febrero continuaba la celebración de las fiestas de carnaval, con el
tradicional desfile de comparsas y disfraces, y la nota
humorística colocada por Elías Pérez con su espectacular y
sumamente curioso disfraz de mujer, secundado por Salvador “cámara” Pacheco,
quien de igual forma, mostraba de manera jocosa la imitación de otra
figura femenina con rasgos exageradamente despampanantes, en ese
desfile, bajo ningún concepto, podía faltar el popular
“disfraz de negrita” que pocas veces se sabía si eran
hombres o mujeres, y aprovechaban el momento para acariciar, y
muchas veces hasta para dar un beso y un apretón bien fuerte, bajo el lema de
“¿a que no me conoces?”…, las coloridas comparsas
eran acompañadas de infinidad de disfraces individuales, quienes al
ritmo de la contagiosa música pueblerina, lanzaban caramelos,
papelillos y serpentinas al resto de la audiencia.
Mientras
todo esto ocurría en aquel Charallave de antaño, algunos
vecinos veían pasar desde primeras horas del día y de manera
reiterada durante varios días, un automóvil del año 1960 marca Volkswagen,
color azul, conducido por un joven del pueblo muy querido y admirado por todos,
se trataba del profesor de matemática Pablo Nicolás Díaz, conocido
cariñosamente como “el niño”, el hijo consentido de Chucha Díaz, quien algunos
días atrás le había comprado el automóvil a su colega del liceo José Gregorio
Hernández Mauro Bolívar..., el afán que tenía “el niño” de aprender a conducir
lo más pronto posible, lo obligaba a “matar fiebre” calle arriba y calle
abajo, quizás, con la ilusión de ir en carro propio a recibir
sus clases en el Pedagógico de Caracas, o de sacar a pasear en su primer y
único vehículo, a su eterna enamorada Graciela Arrieta, la hija menor de Concho
Delgado, con quien contraería matrimonio en los próximos días.
El lunes 7 de
Febrero, la rutina no fue diferente, mientras la mayoría de la gente del pueblo
se preparaba para esperar ansiosamente el desfile de aquella tarde de
carnaval, Pablo Nicolás Díaz, “el niño”, continuaba en sus prácticas de
manejo desde su casa, en la calle La Estación, haciendo
incansablemente el recorrido por las diferentes calles del pueblo, en su
Volkswagen color azul…, la tarde caía rápidamente, el reloj de
nuestro imponente e histórico templo parroquial, marcaba las 4 en
punto, ya todo estaba preparado para dar inicio al desfile de
carnaval organizado por los jóvenes de la época, pero el destino marcó sus
huellas indelebles, un aparatoso volcamiento en las cercanías de
Alvarenga, cegaba la vida de aquel joven Charallavense, querido y admirado por
todos..., la infausta noticia corrió rápidamente cual eco
ensordecedor, llegando a cada rincón del pueblo: “se mató el niño”, “se mató el
niño“…, la gente volcada a la calle no podía creerlo, pero el
destino así lo había marcado, ”se mató el niño”, y con su
muerte se sellaba tristemente aquel carnaval del año 67 organizado por sus
amigos, aquellos amigos de la infancia y la juventud, sus compañeros de estudio
en la Teresa de Bolívar o en el colegio de los Padres Agustinos ( La Coromoto
), sus amigos de farra..., con su muerte se iban
todos los sueños de un joven que estaba solo a pocos
meses de graduarse en el Pedagógico de Caracas, de un joven que
mantenía la ilusión de casarse con su eterna enamorada
“Chela”, de un joven, que con su poca edad pasó a formar parte de la historia
de nuestro pueblo , de esa historia poco contada como la de aquel trágico Lunes
de Carnaval del año 1967.
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